RESIDUOS DE LA INDUSTRIA OLEÍCOLA
¿Sabías que los residuos de la industria oleícola son altamente aprovechables?
Estudios e investigaciones recientes, realizadas por un equipo de profesionales del departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Granada; han conseguido demostrar que se pueden utilizar con éxito los diferentes residuos de la industria oleícola. Esto, con la finalidad de producir diferentes productos que sirvan como agentes de superficie. Especialmente, biosurfactantes y monoglicéridos; los cuales son moléculas con innumerables aplicaciones en la industria química y alimentaria. ¿Quieres saber más acerca de este interesante tema? ¡Sigue leyendo!
El alpeorujo como materia prima para la producción de biosurfactantes…
Es la primera vez que el alpeorujo es usado en la producción de biosurfactantes que tienen un origen biológico. Presentando, así, una excelente compatibilidad ambiental y permitiendo numerosas aplicaciones en diversas áreas como la cosmética, medicamentos, alimentación, detergentes y medioambientales.
Recordemos que, los agentes de superficie o surfactantes son moléculas que contienen un segmento que es liposoluble, es decir, poseen solubilidad en aceite. Y, otro hidrosolube o con solubilidad en agua o disolventes polares. La solubilidad parcial tanto en agua como en aceite, permite al surfactante ocupar la interfase. Así pues, se reduce la tensión superficial y las tensiones interfaciales entre las moléculas en la superficie y la interfase, respectivamente. Todo esto, significa que posee propiedades emulsionantes.
Uno de los residuos de la industria oleícola que más preocupan es el alpeorujo:
El alpeorujo es el residuo que se genera durante la extracción del aceite de oliva. Se trata de un proceso que en la actualidad se ha mejorado y optimizado para ser más amigable con el medio ambiente. Y es que, la implantación de nuevos sistemas ha mejorado considerablemente la problemática ambiental asociada con la producción del aceite de oliva. Pues, al unificar y reducir las corrientes residuales, el alpeorujo sería prácticamente el único de los residuos de la industria oleícola que sigue representando un problema ambiental y de gestión en primer grado. Sobre todo, en áreas que son productoras y en donde se genera una alta carga contaminante y un elevado volumen.
En líneas generales, existen empresas autorizadas que se encargan de la recogida de los residuos; lo cual hace que la tasa de recuperación vaya en aumento progresivamente. El problema, entonces, es otro. ¿Qué uso posterior se le pueden dar a estos residuos de la industria oleícola? Sabiendo que, se tratan de productos que tienen una elevada capacidad contaminante.
Hoy en día existe la capacidad de transformación para los residuos…
En la actualidad, los residuos de la industria oleícola pueden tener un final feliz y no contaminante. Puesto que, se ha comprobado que los mismos pueden ser usados como materia prima para diversos productos. Por ejemplo, tienen como finalidad la producción de energía ya sea mediante una combustión directa o la conversión previa en un biocombustible.
No obstante, las nuevas tecnologías y últimas investigaciones quieren ir más allá. Es por ello que, el grupo de investigadores de la Universidad de Granada se ha propuesto convertir los residuos de la industria oleícola en sustancias que posean un alto valor añadido y cuyas utilidades sean diversas.
Los procesos biotecnológicos son los nuevos protagonistas…
En la búsqueda de la conversión y transformación de los residuos se han usado como herramientas a los procesos biotecnológicos. De esta manera, aprovechando el alpeorujo, a través de la fermentación con microorganismos, hoy en día, se pueden producir biosurfactantes.
Resulta tan interesante y novedosa esta tecnología que han surgido colaboraciones con universidades técnicas de Irlanda y Brasil. Alianzas que, han permitido sintetizar este tipo de sustancias con bacterias de la cepa Bacillussubtilis y de Pseudomonasaeruginosa, las cuales usan el alpeorujo como única fuente de carbono.
Este hecho puede suponer un importante avance hacia la obtención de los biosurfactantes a precios muy reducidos en el mercado actual. Sin dejar a un lado, la importante mejora ambiental que significaría poder convertir los residuos de la industria oleícola en monoglicéridos y diglicéridos, mediante la hidrólisis enzimática.
Aprovechamiento de los subproductos y residuos de la industria oleícola
En España ya existen servicios que están a cargo de la Diputación de diferentes provincias y que ponen a disposición de los encargados de las almazaras y de las cooperativas de la zona toda la información necesaria para el aprovechamiento de los subproductos del olivar.
Las principales líneas de trabajo de este nuevo servicio es el aprovechamiento de los restos de poda, especialmente la fracción gruesa o leña que puede ser usada para la producción de astillas de calidad para fines térmicos y otras demandas del mercado. Además, la producción de compostaje a partir del orujo graso solo o con el añadido de otros materiales como el estiércol y los restos de poda.
Por otro lado, el tratamiento y limpieza del hueso de aceituna tiene un fin práctico, sobre todo, en su empleo como biomasa para fines térmicos y de acuerdo a los estándares de calidad establecidos. También, la obtención de biogás a partir de la digestión anaeróbica del orujo graso y húmero, indispensable en lo que respecta al autoabastecimiento energético de la almazara.